El libro de la selva (Reseña)
El adaptar el libro de la selva representaba un enorme reto para Disney, porque la mayoría de los personajes presentes en ella debían ser generados con CGI. Y seamos honestos, Maléfica no solo fue una película que no cumplió con las expectativas de una buena historia, sino que sus efectos especiales también dejaron mucho que desear. Esa era una de mis principales preocupaciones. ¿Logrará el Director Jon Favreau (Iron Man, Zathura) hacer una película digna adaptación del clásico de Disney sin que los animales en CGI se vean falsos?
Comencemos hablando de la historia, en cuestión de estructura la película es sumamente similar a la versión animada de Disney. Sigue la historia de Mowgli, un niño humano criado como un cachorro de Lobo, el cual se ve perseguido por el temible Tigre Sher Khan. Durante esta “persecución” nos podemos encontrar a otros personajes clásicos de la versión animada, como Baloo el oso o Kaa la serpiente. Sin embargo en esta ocasión, la interacción que tiene Mowglie con cada uno de estos personajes tiene un peso más importante en la historia. El guión se sirve tanto de la versión animada, como del libro original del autor Rudyard Kipling, para establecer mejores lazos entre ciertos personajes.
Pero esa nueva versión del guion no funcionaría si los diseños de los personajes no fueran lo suficientemente creíbles, pero gracias a un arduo trabajo de producción, los animales de esta película se mueven y respiran con suficiente autenticidad. Tenemos a un Shere Khan que se siente amenazador desde la primera escena en la que sale, tenemos un adorable (Aunque oportunista) Oso Baloo y ni que decir de Bagheera, el cual a mi parecer es el animal que mejor se ve en toda la película, quizá porque al ser una pantera negra con pelaje corto los animadores no tuvieron que preocuparse tanto por el movimiento pelaje o los efectos de iluminación. Con lo cual no digo que el resto de los personajes se vean mal, todos se sienten como animales reales, solo que algunos están mejor pulidos que otros.
Y bueno ahora hablemos de lo hermosa que se ve la película. Desde Avatar no teníamos una película photorealistica (Que se vea realista) de esta calidad, es cierto que no todas las tomas tienen el mismo cuidado, esto se debe claro a tiempos de producción o presupuesto. No le pueden dedicar tanto detalle a un animal o a un escenario que saldrá 2 minutos como a uno que tiene más presencia en pantalla. Sin embargo, no podía dejar de pensar el gran avance que podemos notar desde los efectos de Maléfica hasta ahora. Esta película fue grabada casi en su totalidad con pantalla verde, pero hay momentos en los que sientes que visualmente estás contemplando un documental sobre animales, esto hasta que uno de los animales habla y pues sientes “La magia del cine”.
De hecho es muy notorio que el trabajar con escenarios digitales ayudó al Director Jon Favreau a hacer un trabajo de cámara mucho más dinámico. Gracias a esto obtenemos increíbles composiciones y tomas. Así como hermosos paneos que salen de la caída de agua de un arroyo.
En el departamento musical tenemos la sorpresiva inclusión de dos canciones de la película original, a mi parecer la primera inclusión se siente más orgánica que la segunda. Pero ambas cumplen para reforzar esa sensación constante de nostalgia. El score, compuesto por John Bebney, no resalta, pero es el adecuado y constantemente rinde homenaje a la versión original. En cuestión de voces no pude ver la versión original por cuestión de tiempos, sino la doblada. Pero pueden confiar en que el casting fue el adecuado y que no tenemos decisiones de casting erradas como en Ralph el Demoledor.
En conclusión, la película se ve increíble en todo momento, pero hay ocasiones en las cuales el trabajo de fotografía es soberbio. La historia trae nostalgia con toques novedosos que no se sienten fuera de lugar. Y todo en conjunto nos trae quizá la mejor adaptación de los clásicos Disney (Aunque Cenicienta también es muy buena). Y quién sabe, con efectos mejor pulidos quizá en algunos años podamos ver una hermosa rendición photoralista de El Rey León. Y esas escenas de luchas entre felinos, me hacen sentir que quizá Jon Favreau es el indicado para dirigirla.
